< Previous38 Vol. 24 • No. 2 Artículo Especial Envases industriales que garantizan un transporte seguro por todo el mundo Una gran parte de la producción mundial de mercancías se destina a la exportación. Los trayectos de transporte suelen cubrir largas distancias, por lo que es necesario empaquetar las mercancías de forma segura, lo que plantea exigentes requisitos a los envases industriales destinados al transporte terrestre, marítimo o aéreo. El sector del envasado responde presentando nuevas soluciones que aumentan la seguridad, la trazabilidad y la efi ciencia de costos del transporte. la electrónica de entretenimiento, hasta álabes de rotores para aerogeneradores”. Cada vez es más usual integrar registradores de datos en las cajas para hacer un seguimiento de la temperatura, la humedad ambiental y las sacudidas que se producen durante el trayecto. Estos dispositivos registran a intervalos regulares todos los datos relevantes para su posterior evaluación. Gracias a la función de seguimiento basada en escáner, siempre se puede determinar en línea el estado actual y la ubicación de una caja. Además, estos datos también se transmiten por GPS a teléfonos móviles o tabletas directamente y en tiempo real. El nuevo Ecobulk SX-D garantiza un transporte seguro de productos a granel especialmente exigentes incluso en condiciones extremas. (Imagen: Schütz) La Unión Europea (UE) tiene una posición destacada en el comercio global: es la mayor exportadora de bienes indus- triales y, a su vez, el mayor mercado de exportación para casi 80 países. Según la Ofi cina Federal de Estadística alemana, el principal socio comercial de la UE es China, en 2021 se comercializaron productos por valor de 696 mil millones de euros entre China y la UE, lo que supone un 16% del tráfi co total de mercancías de la UE. Alrededor del 85% del transporte internacional de mer- cancías se realiza en embalajes de madera, según indica la Federación de Fabricantes de Embalajes de Madera, Paletas y Envases para Exportación (HPE, por sus siglas en alemán). Estos embalajes son robustos y resistentes a la intemperie, un criterio de particular importancia para el transporte marítimo. En este ámbito se utilizan con frecuencia palés para contenedores, plataformas o cajas. “Las plataformas de carga se usan a menudo para el envío de contenedores, cuando no se requieren envoltorios adicionales. En cualquier caso, la carga debe fi jarse fi rmemente a la plataforma y esta, a su vez, al contenedor”, explica Marcus Kirschner, gerente de la HPE. Los bultos demasiado pesados o voluminosos para su envío en contenedores se empaquetan en cajas individuales, algunas de las cuales pueden alcanzar las dimensiones de una casa pequeña, según indica la HPE. “En nuestro sector se empaque- ta casi todo en embalajes de madera, desde microchips para Los productos guardados en cajas de madera pueden transportarse con seguridad en cualquier época del año. (Imagen: HPE)40 Vol. 24 • No. 2 Artículo Especial debido al actual debate público sobre la huella de CO2 y la protección del clima. Puesto que para transportar productos se suelen consumir enormes cantidades de material de em- balaje, las empresas deben estudiar la posibilidad de utilizar fi lms más fi nos y contenedores reutilizables varias veces o fabricados con reciclados. Como alternativa sustentable a las tradicionales cajas de rejilla o madera para el transporte de mercancías, Cabka ha desarrollado, en cooperación con Sabic, un gran contenedor íntegramente reciclable. Cabka buscaba un polímero ligero y totalmente reciclable para fabricar su CabCube. El nuevo contenedor reciclable se caracteriza por su idoneidad para el procesamiento, por su resistencia a la presión y por ser más ligero que los palés convencionales. La nueva generación de palés de plástico de Cabka ha sido ideada para su uso en empresas químicas. (Imagen: Cabka Group) La maquinaria o los componentes que vayan a transportarse por mar requieren una protección efi caz contra la corrosión. Con este fi n se agregan desecantes o moléculas inhibidoras de la corrosión volátil (VCI, por sus siglas en inglés), que previenen procesos de corrosión en el interior del embalaje. Una interesante novedad en el mercado son los bloqueadores inteligentes de la corrosión (ICB), los cuales funcionan mediante una sustancia activa patentada que reacciona al grado de humedad ambiental: si la humedad causante de la corrosión aumenta dentro del envase, se libera más cantidad del principio activo protector. Cuando la humedad vuelve a descender, se reduce la proporción de sustancia anticorrosiva liberada. El propósito es prolongar el efecto protector. Los productos destinados al transporte aéreo pueden per- manecer bastante tiempo expuestos a la intemperie antes de entrar en el avión. En vista de esto, y con objeto de proteger adecuadamente los productos sensibles, se han desarrollado fundas térmicas que ayudan a estabilizar mejor la temperatura de la carga. Las fundas más recientes se distinguen por su estructura multicapa y están fabricadas, en parte, con material reciclado, por ejemplo, con una capa aislante de vellón de rPET. Palés: sustentables, higiénicos y robustos El palé es uno de los principales portadores de carga para el transporte de mercancías por tierra, mar o aire. Hace tiempo que han surgido alternativas de plástico que rivalizan con el clásico europalé de madera, ya que presentan numerosas ventajas: no se deforman y son duraderas; su exactitud dimensional y esta- bilidad de forma garantizan una alta seguridad en los procesos y permiten un ajuste preciso a las técnicas automatizadas de almacenamiento y movimiento de materiales. Su escaso peso facilita el trabajo del personal encargado de manipularlas y ahorra costos y CO2 en el transporte. Las superfi cies, resistentes y libres de contaminantes, son fáciles de limpiar y satisfacen altos estándares de higiene. Además, los palés encajables ahorran espacio y, por tanto, costos de almacén. Cabka, fabricante de palés y expositor participante en la Interpack, presentó recientemente una nueva generación de palés fabricados con plástico reciclado y especialmente ideados para su aplicación en la industria química. Esta em- presa utiliza una alta proporción de materiales reciclados para fabricar sus equipos de transporte de cargas y sus productos pueden reciclarse varias veces. Sistema de recogida de IBC En muchos ámbitos industriales y campos de aplicaciones, el IBC se ha convertido en la opción de embalaje preferida. Los intermediate bulk containers (contenedores intermedios a granel) se emplean para transportar sustancias químicas, alimen- tos, productos cosméticos y farmacéuticos en forma líquida o granulada. Werit, por ejemplo, ofrece a sus clientes la posibilidad de elegir entre IBC de 300, 600, 800 y 1,000 litros para distintos tipos de palés, con o sin válvula y con distintos tamaños de tapas. Un sistema de recogida permite devolver todos los IBC usados y debidamente vaciados de forma gratuita, independientemente de su formato y del fabricante. Tras su reacondicionamiento y limpieza o la sustitución de diversos componentes, los IBC retornan al circuito de la economía circular. Schütz ha desarrollado un IBC dotado de una funda ignífuga especial para el transporte de mercancías peligrosas que pro- tege contra posibles fugas incluso en condiciones extremas. Este modelo de contenedor dispone de una funda externa de acero cerrada y resistente al fuego que forma un contenedor adicional impermeable a los líquidos y funciona prácticamente a modo de colector integrado en caso de que el recipiente interior de HDPE resulte dañado. Si el contenedor de plástico interior se derrite a causa de las altas temperaturas que se alcanzan en un incendio, la funda externa de acero impide efi cazmente que el producto salga al exterior. Con ello, este modelo de IBC puede alojar perfectamente contenidos sensibles que hasta ahora solían transportarse en recipientes de menor volumen, como barriles de acero. Este contenedor, el primer IBC combinado del mundo, fue premiado con la etiqueta “FM Approved” de la compañía aseguradora industrial FM Global. Sabic y Cabka han desarrollado juntas un gran contenedor plega- ble y completamente reciclable. (Imagen: Sabic) A diferencia de los envases destinados al lugar de ventas, la sustentabilidad ha sido hasta ahora un criterio más bien se- cundario en el caso de los envases industriales. En este ámbito, lo principal es garantizar la seguridad durante el transporte. Sin embargo, la sustentabilidad empieza a cobrar protagonismo 42 Vol. 24 • No. 2 Artículo Especial Asimismo, otra empresa ha desarrollado una nueva tecnología capaz de retirar automáticamente el fi lm extensible de los palés. De este momento, este trabajo se sigue haciendo mayoritariamente a mano. Etiquetas para garantizar la trazabilidad La fi abilidad del etiquetado reviste una particular importancia en el caso de las mercancías peligrosas. Las etiquetas y los sistemas de etiquetado de Herma permiten rastrear los en- voltorios de productos químicos. A tal efecto se usa un código QR que contiene todos los datos importantes del producto, y que se aplica en una etiqueta pegada a la tapa del barril. Con ello es posible identifi car cada barril y localizarlo en cualquier punto de las cadenas de suministro y las rutas de transporte. Asimismo, el código ayuda al usuario encargado de llenar el recipiente a asegurar que se utilice un envase adecuado para el producto en cuestión. La etiqueta con el código QR, no obstante, debe soportar llenados en caliente sin deteriorarse. En colaboración con Boxlab Services, una start-up derivada de BASF, Herma consiguió recientemente mejorar la seguridad, rentabilidad, rapidez y ecología del aprovisionamiento y la aplicación de etiquetas de mercancías peligrosas. Y es que, a pesar de su función de seguridad, las etiquetas que identifi can las mercancías peligrosas siguen suscitando dudas en numerosas empresas. «Las etiquetas de mercancías peligrosas tienen que adherirse con seguridad a los más diversos recipientes: barriles, toneles, bidones, contenedores, IBC, bolsas gigantes y botellas, pero también a palés envueltos con fi lm retraído. En resumen, a un sinfín de materiales de cubierta», indica Sven Pleier, gestor de cuentas clave en Herma. En función del uso deseado, tienen que resistir sustancias químicas como ácidos, bases y disolventes, así como suciedad, grasa, aceite y factores ambientales como el calor, la humedad, el frío y los rayos ultravioleta. Estas etiquetas especiales se suministran en hojas sueltas o en rollos. La base de papel siliconado se recupera y retorna al circuito de reciclaje. Embalajes de madera destinados a la exportación, antes de su carga en el puerto. (Imagen: HPE) La empresa MSK, que también expondrá sus productos en la Interpack, utiliza tecnologías que ahorran recursos, por ejem- plo, en sus enfardadoras que operan ahora con un consumo muy bajo de energía, inferior a 0.07 kWh por palé, y pueden procesar fi lms ultrafi nos de tan solo 20 µm. Para atender la creciente demanda de dispositivos que permitan desenvolver automáticamente la carga de los palés, MSK ha desarrollado una desfl ejadora que quita las cintas de sujeción de forma totalmente automatizada. La empresa Auer también ofrece alternativas de plástico para el almacenamiento y transporte de líquidos y granulados. El nuevo IBC bag in box está dotado de bolsas internas reempla- zables, con lo que además de seguro e higiénico también es reutilizable. Según la ejecución, tiene una capacidad de 250, 500 o 600 litros y se llena y vacía por su parte superior. Los fi lms aseguran la carga Los fi lms desempeñan una función importante para asegurar las mercancías industriales durante el transporte; además, si están fabricados con materiales reciclables o reciclados favore- cen una economía circular sustentable. Las fundas cerradas de fi lm retráctil o extensible ofrecen una elevada protección antirrobo y resguardan efi cazmente la carga de los palés del agua y la suciedad. Debido a la gran estabilidad de la carga, a menudo puede prescindirse de usar otros materiales de envasado como fl ejes de plástico. Gracias a ello, los envases que quedan al fi nal son de una sola clase de material, lo que facilita su eliminación y reciclaje. Los expositores mostrarán en la Interpack, que se celebrará del 04 al 10 de mayo de 2023 en Düsseldorf, Alemania, las posibilidades que hay en la actualidad para empaquetar productos industriales de forma segura y sustentable. Los visitantes de esta feria de referencia mundial en el ámbito del procesamiento y el envasado podrán ver los productos y sistemas actuales de envasado industrial en los pabellones 05, 06, 11 y 14. Encontrará más información sobre la Interpack en www.interpack.com Las cajas reutilizables incorporan bolsas internas recambiables. (Imagen: Auer Packaging) El código QR aplicado a la tapa del barril contiene los principales datos sobre el producto. (Imagen: Herma)Sección Artículo Trabajar a la defensiva: Unas palabras acerca del primer acto de guerra en la interacción de las personas en ambientes laborales Por: Genaro Trías C uando el clima laboral genera tensión, distrés (estrés negativo) y escenarios propicios para la aparición de todo tipo de confl ictos, trabajar a la defensiva es una reacción natural de las personas. Enfocada de esta manera, esta actitud puede verse como una estrategia defensiva que la gente usa para hacer frente a críticas, evaluaciones agresivas y acciones violentas y/o punitivas por parte de distintas personas dentro y fuera de la organización. Este comportamiento, que puede aparecer en forma aislada o como reacción a lo que podemos llamar un clima laboral de “marea roja”, puede afectar de manera negativa a la seguridad, la calidad, la competitividad, la salud y el bienestar tanto de las personas en la empresa como en instancias externas, como clientes y proveedores, pudiendo incluso llegar a afectar a los consumidores fi nales. El comportamiento defensivo en el trabajo En el ambiente laboral podemos distinguir dos tipos básicos de comportamiento defensivo, el que aparece en forma aislada y sin causa aparente dentro de la estructura y el funcionamiento de las distintas instancias en la organización, y el que se presenta como reac- ción a un clima laboral agresivo al que anteriormente llamamos “marea roja”. El primero de estos dos tipos de comportamiento a la defensiva, es decir, el que aparece en forma aislada, puede ser que ocurra como resultado de experiencias que las personas han tenido en otros escenarios y momentos de su vida, pudiendo remontarse incluso a la infancia, la escuela, entornos sociales agresivos o lo sucedido en trabajos previos. En situaciones así es importante identifi car lo más pronto posible a la persona afectada, con la intención de evitar que sus reacciones y actitudes puedan afectar negativamente al clima laboral, las actitudes de otras personas y, por supuesto, a los resultados de todo el equipo de trabajo. Basta con que una persona comience a teñir de rojo las interacciones en los espacios laborales para iniciar la “marea roja” del bullying, la crítica agresiva y, en ocasiones, injusti- fi cada, la evaluación del desempeño autoritaria y a veces cruda, áspera e incluso agria y, junto con todo lo anterior, la aparición de sensaciones de incertidumbre e inseguridad que llevan a las personas a buscar como defenderse. Por lo anterior y para evitar que la violencia se esparza, las intervenciones deben ser rápidas y pueden incluir desde la canalización a los servicios de salud internos de la empre- sa, los que provee la seguridad social o incluso recurrir a algún servicio de atención psicológica externo con el que se pudiera tener algún tipo de acuerdo. 44 Sección Artículo Vol. 24 • No. 2Sección Artículo El otro tipo de comportamiento a la defensiva, o sea el que se presenta como reacción a un clima organizacional agresivo, es una reacción defensiva sana frente a escenarios de con- fl icto, sistemas de evaluación del desempeño mal diseñados o ejecutados, interacciones irrespetuosas, crítica injustifi cada y agresiva, así como otros estímulos que vulneran la sensación de seguridad y bienestar en el trabajo. Cuando lo anterior está ocurriendo, las personas suelen pre- sentar comportamientos evasivos a través de los cuales buscan desviar la atención de su comportamiento con la intención de reducir las críticas y eludir responsabilidades. Algunos de esos comportamientos son: Justifi car: las personas buscan todo tipo de excusas para ex- plicar por qué consideran que no podrán hacer y/o lograr algo. Evasión: buscan evadir la responsabilidad tratando de no tomar decisiones llegando incluso a negarse a actuar a menos que reciban una orden directa. Negación: rehusar la responsabilidad a través de desviar la atención de cuanta forma les resulte posible, siempre buscando exculparse. La forma más simple que esta actitud suele tomar es un simple “Yo no fui” o “No me di cuenta”, pasando por el socorrido “Así lo hemos hecho siempre y nunca había pasado nada”, y pudiendo llegar hasta “Yo sólo estaba siguiendo instrucciones”. El juego de echar la culpa (blame shifting) : buscar culpables en lugar de asumir responsabilidad o cargar con efectos inde- seables como omisiones, errores o malas prácticas. La gente busca eludir la obligación junto con las posibles críticas al de- sempeño a través de señalar a otras personas como culpables. Cortina de niebla: las personas pueden iniciar ataques a otros y/o provocar discusiones y peleas desviando la atención acerca de sus propias acciones y las consecuencias de éstas, evitando así la crítica y/o los señalamientos por incompetencia y/o negligencia. Utilizando distintas versiones, e incluso mezclas de estas actitudes y comportamientos, las personas trabajando a la defensiva se ocupan de desviar la atención consiguiendo trabajar con un mínimo de esfuerzo y compromiso mientras el clima laboral se va tiñendo de rojo y ocurren todo tipo de impactos adversos para la seguridad, la productividad y la calidad en la empresa. El impacto en la productividad y la seguridad Conforme el comportamiento a la defensiva se va instalando en la organización, variables como productividad y seguridad 45 Sección Artículo Vol. 24 • No. 2Sección Artículo pueden ser afectadas en forma negativa, debido a que la atención de la gente deja de estar en la tarea y las mejores prácticas para centrarse en la autoprotección. Lo anterior causa que las personas vayan perdiendo la confi anza y ese es otro elemento con un fuerte impacto negativo en aquellas dos variables ya mencionadas. Esto es así porque las personas se acostumbran rápido a que, en lugar de colabo- ración y trabajo en equipo, el clima empuja a la competencia, la autodefensa y la evasión continua de la responsabilidad. En semejantes circunstancias cuando algo sale mal o en el mo- mento en el que se realiza algún tipo de revisión o evaluación del desempeño, aparecerá el juego clásico conocido de manera popular como “la papa caliente”, que es lo que renglones arriba llamamos el juego de echar la culpa o blame shifting. Todo lo dicho crea las condiciones para que aparezcan malas prácticas, comportamiento inseguro, negligencia y todo tipo de distracciones que hacen posible el aumento constante en los niveles de riesgo de incidentes, accidentes e incumplimientos de todo tipo y nivel. Adicionalmente, y como si lo anterior no fuera una receta sufi cientemente poderosa para el desastre, en muchos de esos casos los niveles de estrés negativo (distrés) aumentan generando ansiedad y reduciendo la capacidad para concen- trarse, por lo que los riesgos ya antes mencionados pueden llegar a crecer de manera importante. En esas condiciones, la capacidad de trabajo de cada cual se verá fuertemente disminuida, los riesgos de accidente serán cada vez más altos, las personas evitarán al máximo participar, buscarán pasar desapercibidas y evitarán tanto como puedan la responsabilidad, generándose comportamientos como desaparecer usando estrategias como ir varias veces al baño y/o pasar mucho tiempo ahí. Impacto en la calidad Trabajar a la defensiva puede tener un impacto negativo en la calidad debido a que las personas pueden estar más intere- sadas en protegerse que en identifi car y abordar problemas o descuidos, por lo que las desviaciones podrían comenzar a crecer y los errores manifestarse más adelante en el proceso, e incluso llegar hasta los consumidores fi nales. Otro efecto negativo desde la perspectiva de la calidad es que la continua preocupación y urgencia por protegerse puede hacer que las personas dediquen menos tiempo y energía para aprender y mejorar, por lo que la rutina y la falta de interés en la calidad de los resultados podrían volverse la norma. Adicionalmente, conviene darse cuenta de que si las personas están rehuyendo la responsabilidad y buscan constantemente evitar reconocer errores y áreas de oportunidad, eso mismo hará que tengan muy poca disposición para comprometerse con actividades para la mejora continua y/o el logro de resultados excelentes en el trabajo. Para abordar el comportamiento defensivo fruto del clima laboral al que hemos llamado “marea roja”, es necesario comenzar por aceptar la existencia de semejantes condiciones laborales y preparar un plan de intervención que inicie desde la dirección general y descienda gradualmente hasta cada una de las personas en puestos operativos. Algunas de las acciones estratégicas que la empresa puede poner en marcha son: 1. Diseñar una cultura laboral más transparente, abierta y honesta que invite y permita a los colaboradores para que expresen sus opiniones, experiencias, temores y sugerencias, sin ningún tipo de miedo al cuestionamiento, la burla, la crítica y/o el castigo. 2. Establecer protocolos de atención al cliente interno, preparados para crear conciencia del papel que cada cual juega en los procesos para satisfacer las necesidades de los consumidores fi nales. 3. Entrenar a todas las personas en prácticas de comuni- cación que cuiden y favorezcan el sano desarrollo de la autoestima y la seguridad profesional en todas y cada una de las personas en la empresa. 4. Capacitar a todas las personas con herramientas que permitan el logro, el mantenimiento y el desarrollo de ac- titudes y comportamientos responsables, comprometidos y enfocados a la seguridad, la calidad, la productividad y la rentabilidad de la empresa. 5. Desarrollar en cada una de las personas en la empresa competencias como la disciplina positiva con la intención de conseguir un clima laboral propicio y favorecedor para el aprendizaje y la mejora continua. 6. Formar a las personas para dar y recibir retroali- mentación en forma constructiva, cuidando en todo momento la autoestima y fomentando la participación para la búsqueda de alternativas y la instrumentación de soluciones. 7. Cuidar que la retroalimentación siempre se dirija a la conducta en lugar de señalar a la persona y evitar conscientemente el uso de etiquetas y califi cativos que pudieran tener un efecto negativo en el clima laboral. 8. Promover la colaboración, el trabajo en equipo y la sensación de responsabilidad compartida, evitando que la empresa pudiera verse fragmentada en silos o feudos que lleven a percepciones parciales de la razón de ser de la organización. 46 Sección Artículo Vol. 24 • No. 2Sección Artículo 47 Sección Artículo Vol. 24 • No. 2Next >